Llegando a mis clases de francés el dia lunes 1 de octubre, me encontre con la grata sorpresa de una retrospectiva del cine de Godard, uno de los representantes de la Nouvelle Vague, esa ola de nuevo cine frances que surgió a finales de los años 50 que se caracterizaba por la reacción contra las estructuras del cine francés que se venia haciendo hasta ese tiempo (cinema de qualité) por uno con mayor libertad de expresión e incluso libertad técnica.
Es así como pude ver la pelicula Alphaville, une étrange aventure de Lemmy Caution que narra la historia del agente secreto Lemmy Caution que viaja a la galaxia de Alphaville con la misión de traer consigo (o eliminarlo si se niega) al Profesor Von Braun inventor de un rayo mortal, pero una vez en Alphaville, Caution nota que todos sus habitantes son una especie de autómatas sin emociones ni sentimientos y al enamorarse de Natacha Von Braun (hija del profesor) decide acabar con la tiranía impuesta por el profesor a través de la destrucción de la super computadora Alpha 60.
Es fascinante concebir una obra de ciencia ficción tan simple e intelectual donde la nave espacial es un automóvil Ford y los viajes espaciales tan solo viajes en carretera, o Alphaville sea la Paris de esos años, pero con tan sólo un comportamiento extraño de los habitantes y las cosas bizarras que se van dando a medida que la pelicula avanza nos da la sensación de una verdadera cinta de ciencia ficción. Además me gustó bastante como nos trata de reflejar la lucha contra lo lógico, lo predefinido y como las personas nos podemos volver unas máquinas sin sentimientos y emociones si todo lo seguimos de una forma lógica y sin razonamiento.
Godard me parece un gran director, que quizas sea un poco sobrevalorado pero tiene bastante mérito por sus guiones -especialmente- (antes de ser claramente un adoctrinado marxisista) y este en particular me gustó bastante, pero para poder entender la magnitud de la cinta hace falta un análisis profundo y este es a mi parecer el gran acierto de este film (el que no te den las cosas totalmente digeridas como lo hacen en la actualidad), pero...
... alguna vez me dijeron que los extremos son muy malos, es por eso que al incluir demasiadas líneas sin sentido aparente, complejas definiciones de los sentimientos (aquí la parte del nouvelle vague presente) y un lento desenvolvimiento de la historia me hace pensar que Godard quizás peco de soberbia intelectual al hacer muy entrancada y poco digerible su pelicula.
No hay que negar sin duda que es una gran película pero no una obra maestra. Esperaremos las siguientes películas del ciclo ansiosamente para nutrirnos de la obra de este reconocido director.
